Mujeres en el punto de mira empresarial: Rincón Fitness Center

Las mujeres en el atletismo suelen estar infrarrepresentadas, pero las propietarias de Rincón Fitness Center llevan triunfando desde 2016, superando múltiples retos. 

La mayoría de los propietarios de "boxes" e instructores de CrossFit son hombres. Según CrossFit, el 35% de los instructores son mujeres, mientras que el 65% son hombres. Un estudio de la Women's Sports Foundation descubrió que el 87% de las escuelas de la NCAA ofrecen oportunidades deportivas desproporcionadamente más altas a los hombres. CrossFit ha intentado desde el principio igualar la brecha de género. En los Juegos CrossFit compite el mismo número de mujeres que de hombres. El premio en metálico es el mismo para las mujeres que para los hombres, algo inaudito en el ámbito de la competición. El CrossFit se ha convertido en un campo en el que las mujeres pueden participar después de la universidad y continuar su afición por los deportes de competición. 

Dadas las estadísticas, es raro encontrarse con un box propiedad de una pareja de mujeres. Rincón Fitness Center y CrossFit Affiliate es propiedad de CrossFit nivel 2 entrenadores Cherese "Reese" Mathews y Valentina Sollo. 

Humildes comienzos

Rincon Fitness Center comenzó en noviembre de 2016, con clases impartidas en la playa utilizando equipos mínimos e incluso prestados. Esto les enseñó a ser creativos en cada entrenamiento para ofrecer resultados a sus clientes. Estar a la intemperie tuvo el beneficio inesperado de ganar exposición en la comunidad, ya que eran visibles y se les veía haciendo ejercicio en la playa, en las aceras y por la ciudad.  

En diciembre, pudieron instalarse en un contenedor de 400 pies cuadrados, un aparcamiento y una carpa. Cuando llovía, las clases se mojaban, a menos que estuvieras en el centro de la carpa. En marzo, se trasladaron de nuevo, esta vez a unas instalaciones de 1.200 metros cuadrados en el centro comercial Rincón. Justo después de firmar el contrato de arrendamiento de las instalaciones más grandes, el huracán María golpeó. 

Desafíos en el camino

El Rincon Fitness Center tuvo que cerrar durante 6 semanas mientras la comunidad arrimaba el hombro y se ayudaba mutuamente a recuperarse. Si alguien era electricista, venía a ayudar con los trabajos eléctricos. Si había que hacer algo, a menudo había una conexión que podía facilitar y ayudar a encontrar una solución. 

Debido al apoyo de su comunidad y el crecimiento de la matrícula se duplicó el tamaño de sus instalaciones. En noviembre de 2017 se mudaron a un espacio de 2400 pies cuadrados. En marzo de 2018, se convirtieron en un afiliado de CrossFit. En marzo de 2019 estaban a reventar una vez más, por lo que derribaron una pared y agregaron 1200 pies cuadrados adicionales a su espacio. Marzo de 2020 como todos sabemos, Covid-19 golpeó. El negocio estuvo cerrado durante 6 meses.

Su resistencia y tenacidad hacen que hoy sean más fuertes que nunca y que las instalaciones sean un hermoso espacio para que sus socios se conecten y se reúnan en pro de su salud, su forma física y su bienestar.

Las instalaciones cuentan con equipos actualizados, aparejos, cuerdas para escalar, máquinas de remo, bicicletas de asalto, barras, pelotas de pared, mancuernas y mucho más. Ofrecen clases de CrossFit, Krav Maga, kickboxing, entrenamiento personal y asesoramiento nutricional. 

En el proceso de este negocio han tenido que enfrentarse a numerosos retos. Además de María y Covid, ser propietarias de un gimnasio como mujeres en un campo dominado por hombres tiene su conjunto único de obstáculos. Puede ser difícil que los hombres las tomen en serio, sobre todo en una cultura machista. Cuando se trata de cuestiones de seguridad personal en el gimnasio, los hombres son menos propensos a escuchar. Por ejemplo, si no deberían levantar peso y uno de los entrenadores les hace saber que es mejor no correr riesgos, no siempre escuchan. Las mujeres suelen ser más fáciles de entrenar porque siguen mejor las instrucciones y respetan a los entrenadores.

Al principio, los vendedores y proveedores no las tomaban en serio como propietarias de gimnasios a la hora de comprar equipos, alquilar propiedades y obtener financiación. Las veían como las señoras que entrenan en la playa. 

Como mujeres de negocios, ser resilientes les sirve para establecerse entre la comunidad. Se han ganado el respeto mostrando su compromiso con los objetivos, el negocio y los clientes. Su fuerte sentido de la comunidad las diferencia de otros gimnasios. Gracias a su constancia, se ganaron la confianza de la comunidad y de los clientes. Demostraron a sus clientes que podían confiar en que abrirían cuando decían que lo harían. Si dicen que abrirán a las 5 de la mañana, ten por seguro que lo harán. ¿No sería terrible despertarse a las 4:30 de la mañana y llegar al gimnasio y encontrarlo cerrado? 

Buscan constantemente formas de mejorar su negocio. Cuando no están en el gimnasio entrenando o formando a clientes, están trabajando en la página web, en marketing, planificando entrenamientos, haciendo planes de nutrición y buscando formas de seguir mejorando. 

Como afirma Reese, un gran consejo que recibió fue: "Encuentra algo que harías gratis, hazlo y busca la forma de que te paguen por ello". Cuando te apasiona y amas lo que haces, no es trabajo. Reese y Valentina destilan amor por lo que hacen y tienen pasión por la salud y el fitness. 

Les encantaría que los demás supieran que el CrossFit no da miedo. No importa la edad que tengas, joven o mayor, puedes beneficiarte del CrossFit. Se trata de una forma física funcional para que cuando seas mayor puedas seguir levantándote y bajándote de una silla, subir las escaleras, vivir de forma independiente o incluso hacer surf hasta una edad avanzada. Te permite vivir la vida con vitalidad. Su misión es ayudar a los demás a estar más sanos y proporcionarles un espacio seguro para alcanzar sus objetivos, independientemente de sus capacidades actuales.